¿Viajando a Castilla y León, etc.?
Que hacer y que no hacer
En Septiembre de 2008 mi esposa y yo hicimos un viaje a Castilla y León, y
otras provincias españolas (ver mapa). A nosotros no nos gustan los
viajes organizados y preferimos viajar a nuestro aire, porque pensamos que es la única
manera de entrar en contacto con el verdadero país y sus gentes. Este modo de viajar es
mas duro y mas caro que otros, pero también mas agradable, relajante y te da un punto de
vista diferente de la cultura y forma de vivir.
De mi experiencia aquí tienes mis
consejos si planeas viajar por tu cuenta a estas zonas. Quiero dejar
claro que este es MI PUNTO DE VISTA PERSONAL y que de ninguna manera es
mi intención el criticar a la gente o la cultura de los lugares mencionados. También
debes tener en cuenta que son mis observaciones del año 2008. Las cosas
pueden haber variado (para bien o para mal) desde entonces. También debes
tener presente que esto no es una guía de viaje, sino sólo la descripción de
nuestro viaje y nuestras impresiones. Si no estás de acuerdo
con alguna de las opiniones expuestas a continuación lo que tienes que hacer es
escribir tu propia página WEB con tus propias opiniones,
pero no te molestes en hacérmelas saber.
A la hora de escribir esta página ya han pasado mas de dos años desde ese
viaje, así que en esta ocasión no voy a ofrecer demasiados detalles, ya que
simplemente no los recuerdo. Aparte de visitar Ávila, Salamanca y
Segovia (pertenecientes a la comunidad autónoma de Castilla y León), también
estuvimos algunos días en las provincias de Teruel y Zaragoza. A
continuación está una descripción aproximada del viaje y mi opinión sobre
los sitios que visitamos.
Desde Mallorca fuimos con el ferry hasta Valencia. A la llegada de este
al puerto, temprano por la mañana, iniciamos ruta en dirección Madrid y de
ahí a Salamanca, donde llegamos a media tarde, justo a tiempo de dejar las
maletas en el Parador de Turismo de Salamanca
y acercarnos al centro para cenar en la Plaza Mayor, que es preciosa
iluminada por la noche.
La ciudad de Salamanca
es una preciosidad y pasear por sus calles, respirando el ambiente
estudiantil que rezuma, es una gozada. No voy a entrar en detalles de
los sitios a ver (son tantos....) pero si decir que esta ciudad en si misma
ya vale la pena el viaje.
Uno de los días hicimos una excursión a Las Arribes del Duero ,
que es la zona oeste de la provincia, donde el río Duero hace frontera con
Portugal. No se si seria por la época del año o bien por que otro motivo,
pero esta zona a pesar de la fama que tiene, a mi en general no terminó de
llamarme la atención.
Otro día fuimos al sur de la provincia, para visitar el pueblo de La
Alberca, que nos habían recomendado. La Alberca
es un pueblo que conserva totalmente el carácter tradicional de sus
edificios y al visitarlo se entiende por que motivo es una de las
principales atracciones turísticas de Salamanca. Además, está situado
en la preciosa Sierra de Francia ,
con su impresionante Peña de Francia y cerca del valle de Las Batuecas
,
así que el único día que teníamos para visitarlo todo no hizo si no dejarnos
con ganas de poderlo ver con mas detenimiento.
A continuación dejamos Salamanca, haciendo una breve parada en la ciudad
de Ávila ,
cuya muralla y casco antiguo son absolutamente fantásticos. Ahí comimos en
el restaurante Doña Guiomar ,
excelente aunque no barato, y continuamos hacia la ciudad de Segovia.
En Segovia nos hospedamos en el Parador Nacional de Turismo de
Segovia ,
que tiene una maravillosa vista de la ciudad, pero que en el momento de
nuestra estancia necesitaba urgentemente una reforma, tanto de las
habitaciones como de las zonas comunes.
La ciudad de Segovia
es otro lugar que bien merece el viaje. El Acueducto es impactante, el
Alcazar parece salido de un cuento de hadas (no en vano fue tomado como
modelo por Walt Disney para su castillo), su Catedral dominándolo todo y sus
calles empinadas rezuman historia (y buen comer, por que no decirlo). Doy fe
de que el cochinillo al estilo Segoviano del restaurante Duque
es una maravilla.
Un día hicimos una excursión por los cercanos pueblos de Pedraza
y Sepúlveda,
tan bonitos en su conservación como buena es su oferta gastronómica a base de
asados.
Otro día nos acercamos hasta La Granja de San Ildefonso ,
con su bonito palacio y jardines reales. Es realmente una pena que las
fuentes no estén en funcionamiento mas que unos pocos días al año, con lo
que se pierde para mi el cincuenta por ciento de su belleza.
En lugar de volver directamente a Valencia, para alargar un poco mas el
viaje, nos dirigimos en dirección Soria, pasando por el paraje
natural del cañón del río Lobos
donde comimos en el Bar Restaurante Cañón del río Lobos
(ambiente familiar, grandes raciones de buena comida y precio económico) y
sin pararnos en Soria continuamos hacia la Calatayud ,
en la provincia de Zaragoza, donde nos alojamos en el hotel Calatayud ,
cercano al Monasterio de Piedra que llevaba años deseando
visitar.
La visita al Monasterio de Piedra ,
a la que vale la pena dedicar un día completo, cumplió totalmente mis
expectativas, no tanto por el Monasterio en si mismo si no principalmente
por el parque natural que lo rodea y que es una absoluta maravilla, con sus
bosques, saltos de agua, grutas, lagos, etc. Para completar la visita
ofrecen una exhibición de aves rapaces bastante interesante.
Como aun teníamos un día mas hicimos también una excursión al pueblo de
Utrillas
(Teruel) donde había vivido mi esposa de pequeña siendo mi suegro maestro
del pueblo. Luego, pasando por la laguna de Gallocanta ,
que estaba muy seca en esa época, nos dirigimos al precioso pueblo de
Albarracín ,
donde a pesar del mal tiempo pudimos andar unas horas por sus empinadas
calles peatonales, disfrutando de su tradicional y bien conservada
arquitectura.
En resumen:
Las ciudades de Salamanca, Ávila y Segovia valen realmente la pena,
tanto para admirar sus bien conservados centros históricos como para alegrar
el paladar con sus amplia oferta gastronómica, especialmente con sus
diversos asados y carnes.
El paisaje de la región en general es bastante árido, con amplias
llanuras de monocultivos que pueden llevar al hastío, pero con algunas zonas
preciosas como la Sierra de Francia, Las Batuecas y Las Arribes (en
Salamanca) que contrastan con el paisaje dominante.
Los pueblos conservados y restaurados con esmero abundan y
permiten atisbar la vida sobria que se debía llevar en estos lugares, no
hace tanto tiempo.
La comida tradicional está principalmente basada en platos
"potentes" a base de derivados del cerdo y en los notables asados de cordero
y cochinillo. (No olvidarse el Almax...)
De las bebidas, teniendo en cuenta que en la Ribera del Duero se
producen algunos de los vinos mas considerados de España, no hay mucho mas
que decir. No hay nada mejor para acompañar una buena carne asada que una
excelente copa de vino tinto de la región.
Ya fuera del ámbito de Castilla y León, si te gusta la naturaleza
y disfrutas con los parajes naturales, el Monasterio de Piedra es algo que
debes visitar al menos una vez en la vida.
Haz clic en los enlaces del siguiente
mapa para ver algunas fotos de la zona en mi álbum de fotos.